Como llega Semana Santa, muchos se van de vacaciones con el coche. Ya que se van a hacer muchos kilómetros, es necesaria una pequeña revisión antes de salir. Vamos a poner una sencilla antes de salir de viaje, aunque lo más recomendable es siempre pasarse por el taller.
Aceite
El nivel es recomendable revisarlo aproximadamente una vez a la semana, y rellenar si es necesario. Un aceite de calidad supone alargar la vida del motor, el mineral no es una opción a descartar, aunque en los motores de alto rendimiento es mejor elegir entre los sintéticos.
Bujías
Como ya hablamos en Doble Embrague, si están en mal estado producen más contaminación y aumentan el consumo de combustible. Es aconsejable revisarlas cada 20.000 kilómetros y cambiarlas a los 50.000 o cuando indique el manual.
Aire acondicionado
Si el aire no sale suficientemente frío, es posible que el sistema tenga una avería o que, simplemente, necesite una recarga del gas del circuito. No debemos olvidar que el aire acondicionado (o el climatizador) es un elemento de seguridad (permite viajar más descansados) que de confort.
Correas
Una correa agrietada, rajada o con una holgura superior a un centímetro, puede dejarnos tirados en cualquier sitio. Además de alternador, pueden llevar energía a la bomba de la dirección asistida, el compresor del aire acondicionado, etc. Una inspección visual es suficiente para diagnosticar su estado.
Amortiguadores
Es difícil saber cuándo hay que cambiarlos, ya que su desgaste es tan paulatino que el conductor se acostumbra a las nuevas reacciones de su coche. Lo que está más que comprobado es que afectan a la estabilidad y alargan los metros de parada ante frenadas de emergencia. Hay talleres que tienen bancos de diagnosis para amortiguadores, pero lo más normal es que su vida útil no supere los 80.000 kilómetros.
Tubo de escape
La lluvia, el hielo y la sal de la carretera durante todo el invierno, pueden haber oxidado alguna zona. La parte más susceptible de sufrir este problema suele ser el silenciador trasero, donde se acumulan en mayor medida los ácidos y el agua.
Frenos
Un pedal demasiado blando que se va hacia el fondo cuando pisamos con fuerza, una pérdida de líquido o un ruido metálico nos avisan de algún problema y de que llevemos el coche al taller para que nos revisen el sistema. El líquido de frenos se debe cambiar cada dos años.
Dirección
Una vibración anómala, holgura o dureza excesiva pueden ser el aviso de una próxima avería. Un desgaste desigual de los neumáticos también puede indicar una deficiencia en la dirección.
Filtros
El del aire en malas condiciones aumenta el consumo, el de aceite no filtra perfectamente las impurezas del líquido que alarga la vida del motor, mientras que el de polen puede llegar a eliminar su función.
Mucha gente, no prepara el coche como debería ante un viaje largo y lo que no se dan cuenta es que pueden quedarse tirados en medio de la nada, buen post, para que todos nosotros sepamos que revisar.
Un saludo.