Algo casi imprescindible para muchos conductores son las gafas de sol, no sólo como complemento (bueno, eso también), sino como elemento de seguridad, ya que es muy molesto el deslumbramiento por parte del Astro Rey cuando estamos tras el volante.
Lentes polarizadas
Son el tipo de gafa más recomendable a la hora de conducir (también para deportes acuáticos y de nieve). Su principal cualidad es su capacidad para reducir reflejos en superficies como nieve, agua y, como no, el capó de un coche. Esto se consigue mediante la polarización. ¿Qué es la polarización? Pues se trata de un proceso en el cual se controla el paso de luz a través del cristal. Consigue evitar el deslumbramiento minimizando las ondas de luz horizontales.
Pero, aunque parezcan el Santo Grial de las gafas de sol, tienen también ciertos inconvenientes. Por ejemplo, reducen la cantidad de luz que entra en el ojo, así que no pueden usarse en gafas de sol con lentes claras, sobretodo si están graduadas. También pueden producir distorsión a la hora de visualizar las pantallas de cristal líquido del coche haciéndolas ilegibles.
Las lentes polarizadas no evitan todos los casos de deslumbramiento, si el usuario inclina su cabeza más de 45 grados, algunos reflejos pueden acceder a través de las ranuras entre las franjas de polarizado y causar puntos brillantes. De cualquier manera, este tipo de gafas son las más efectivas ante tal problema y sus cualidades hacen que sean las más recomendables.
Nota: En las gafas para ver en tres dimensiones también se recurre a la polarización. Parte de la luz se refleja verticalmente mientras que otra se poraliza verticalmente, lo que permite crear una sensación de profundidad.
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Doble Embrague 
Buena información; la tendré en cuenta.