Cuando hablamos de las características mecánicas de un automóvil, posiblemente el dato más importante del vehículo sea la potencia que desarrolla. Un dato que todos sabemos interpretar, ¿pero describir?.
Para empezar tenemos que irnos a su definición, que en física significa la cantidad de trabajo efectuado por unidad de tiempo. La potencia de un motor, según los actuales estándares de la Unión Europea, se mide en kilovatios (kW), pero nosotros usamos la antigua medida de caballos de vapor (CV), según la normativa DIN (Deutsches Institut für Normung o Instituto Alemán de Normalización en español). En América miden la potencia en HP (horse power), aunque suene similar, hay un 1,39% de diferencia con el caballo de vapor; así, por ejemplo, 300 HP sería igual a 304 CV.
Teniendo claro lo anterior, nos podemos centrar en cómo se calcula la potencia. La operación es fácil, es el resultado de multiplicar el par motor (más información) por el número de revoluciones por minuto. Si observamos gráficas de potencia podemos ver que, cuando el par alcanzó su máximo régimen y comienza a disminuir, la potencia sigue aumentando; esto es debido a que la subida de revoluciones compensa la caída del par.

La potencia sigue aumentando mientras el par motor disminuye
Potencia específica
Es la relación entre la potencia de un motor y su cilindrada, es decir, la cantidad de CV que desarrolla por litro. Como es lógico, en un motor de baja cilindrada, pero capaz de subir a muchas revoluciones, consigue mejores cifras de potencia específica que otros más potentes; si además incorpora turbo, ésta se dispara. Pongamos un ejemplo: el Bugatti Veyron es el automóvil de producción más potente del mundo (hasta que aparezca el Super Sport), con 1.001 CV; pues bien, tiene una potencia específica de 125 CV/litro (1.001 entre 7.993 cc.), mientras que un Volkswagen Scirocco R le supera con 133 CV/litro (265 CV entre 1.984 cc.). Otro ejemplo de una gran potencia específica es el Mitsubishi Lancer Evolution MR TC-SST con 147 CV/litro (295 CV entre 1.998 cc.); y es que el turbo hace milagros…